
Los calçots son una deliciosa variedad de cebolla tierna típica de la región de Cataluña, en España. Son muy populares durante la temporada de invierno y se suelen asar a la parrilla y comer con una deliciosa salsa romesco. Sin embargo, otra forma deliciosa de disfrutarlos es preparándolos rebozados y crujientes. En este artículo, te enseñaremos cómo preparar calçots rebozados crujientes en unos sencillos pasos.
Ingredientes
– Calçots
– Harina
– Huevos
– Pan rallado
– Aceite para freír
– Sal
– Salsa romesco (opcional)
Procedimiento
Paso 1: Limpia los calçots cuidadosamente
Comienza por limpiar los calçots cuidadosamente. Retira las capas externas de la cebolla y asegúrate de eliminar cualquier suciedad o impureza que puedan tener. Lávalos bien bajo agua fría para asegurarte de que estén limpios.
Paso 2: Ásalos al horno a 200º – 220 ºC durante 30 minutos
Una vez que los calçots estén limpios, colócalos en una bandeja para horno y ásalos a una temperatura de 200º – 220 ºC durante aproximadamente 30 minutos. Esto ayudará a que se ablanden y adquieran un sabor delicioso.
Paso 3: Prepara los ingredientes para el rebozado: harina, huevos y pan rallado
Mientras los calçots se están asando, prepara los ingredientes para el rebozado. En tres platos diferentes, coloca harina, huevos batidos y pan rallado. Esto te permitirá pasar los calçots por cada uno de estos ingredientes y lograr un rebozado crujiente.
Paso 4: Pela los calçots
Una vez que los calçots estén asados y hayan enfriado lo suficiente como para manipularlos, retira la capa exterior quemada y pélalos cuidadosamente. Esto revelará la parte tierna y sabrosa de la cebolla.
Paso 5: Calienta aceite en una sartén amplia
En una sartén amplia, calienta suficiente aceite para freír los calçots. Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de comenzar a freír.
Paso 6: Pasa cada calçot por la harina, luego por el huevo batido y finalmente por el pan rallado
Para lograr un rebozado crujiente, pasa cada calçot por la harina, asegurándote de que esté bien cubierto. Luego, sumérgelo en el huevo batido y finalmente pásalo por el pan rallado, presionando ligeramente para que se adhiera bien.
Paso 7: Fríe los calçots en el aceite caliente durante unos minutos por cada lado
Una vez que los calçots estén bien rebozados, colócalos en el aceite caliente y fríelos durante unos minutos por cada lado, hasta que estén dorados y crujientes. Asegúrate de no freír demasiados calçots a la vez, ya que esto puede hacer que el aceite se enfríe y los calçots no se frían adecuadamente.
Paso 8: Coloca los calçots en una bandeja cubierta con rebozado para eliminar el exceso de aceite
Una vez que los calçots estén fritos, colócalos en una bandeja cubierta con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Esto ayudará a que los calçots queden crujientes y no grasosos.
Paso 9: Espera a que se enfríen un poco y disfruta de tus calçots rebozados
Espera unos minutos a que los calçots se enfríen un poco antes de disfrutarlos. Esto permitirá que el rebozado se asiente y se vuelva aún más crujiente. Sirve los calçots rebozados como aperitivo o como acompañamiento de otros platos.
Paso 10: Opcional: acompaña los calçots con salsa romesco
Si lo deseas, puedes acompañar los calçots rebozados con salsa romesco. Esta salsa tradicional catalana está hecha a base de tomates, pimientos, almendras y aceite de oliva, y le dará un toque extra de sabor a tus calçots.
Conclusión
Preparar calçots rebozados crujientes es una forma deliciosa de disfrutar de esta variedad de cebolla tierna. Siguiendo estos sencillos pasos, podrás obtener unos calçots crujientes por fuera y tiernos por dentro. Ya sea como aperitivo o como acompañamiento, los calçots rebozados son una opción deliciosa para disfrutar en cualquier ocasión.