Cómo preparar sal de ajo casera para sazonar platos

La sal de ajo es un condimento versátil y delicioso que se utiliza para sazonar una amplia variedad de platos. Añade un sabor intenso y aromático a tus comidas favoritas, desde carnes y aves hasta vegetales y sopas. Además, preparar sal de ajo casera es muy sencillo y te permite controlar los ingredientes y la calidad del producto final. En este artículo, te mostraremos paso a paso cómo preparar sal de ajo casera para sazonar platos.

Machacar los dientes de ajo

El primer paso para preparar sal de ajo casera es machacar los dientes de ajo. Puedes hacerlo utilizando un mortero y una mano de mortero, o simplemente puedes aplastar los ajos con el lado plano de un cuchillo. Asegúrate de pelar los ajos antes de machacarlos para obtener el mejor sabor y textura.

Transferir los ajos machacados a un recipiente

Una vez que hayas machacado los ajos, transfiérelos a un recipiente limpio y seco. Puedes utilizar un tazón de vidrio o cerámica, o incluso un frasco de conservas. Asegúrate de que el recipiente tenga suficiente espacio para agregar la sal y mezclar los ingredientes.

Agregar sal gruesa al recipiente

El siguiente paso es agregar sal gruesa al recipiente con los ajos machacados. La cantidad de sal que necesitarás dependerá de tus preferencias personales y de la cantidad de sal de ajo que desees preparar. Como referencia, puedes utilizar aproximadamente 1 cucharada de sal gruesa por cada 4 dientes de ajo machacados.

Dejar secar la mezcla durante 3 días

Una vez que hayas agregado la sal, mezcla bien los ingredientes para asegurarte de que estén completamente combinados. Luego, cubre el recipiente con una tapa o papel film y déjalo reposar a temperatura ambiente durante al menos 3 días. Durante este tiempo, la sal absorberá el sabor y aroma del ajo, creando una deliciosa mezcla condimentada.

Secar la mezcla en el horno a baja temperatura (si es necesario)

Si vives en un clima húmedo o si notas que la mezcla de sal y ajo aún está húmeda después de los 3 días de reposo, puedes secarla en el horno a baja temperatura. Precalienta el horno a 150°C (300°F) y extiende la mezcla en una bandeja para hornear forrada con papel de horno. Deja la mezcla en el horno durante aproximadamente 30 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que esté seca al tacto.

Romper y trocear la plancha dura resultante

Una vez que la mezcla esté completamente seca, es posible que se haya formado una plancha dura. Rompe y trocea esta plancha en trozos más pequeños utilizando un tenedor o tus manos. Esto facilitará el proceso de licuado posterior.

Pasar la pasta por la licuadora hasta obtener un polvo

El siguiente paso es pasar la mezcla de sal y ajo por una licuadora o procesadora de alimentos hasta obtener un polvo fino. Asegúrate de trabajar en pequeñas cantidades para obtener los mejores resultados. Si no tienes una licuadora, también puedes utilizar un molinillo de café o un mortero y una mano de mortero para moler la mezcla.

Guardar la sal de ajo en un frasco o recipiente

Una vez que hayas obtenido un polvo fino, transfiere la sal de ajo a un frasco o recipiente hermético. Asegúrate de que el recipiente esté limpio y seco antes de agregar la sal. Almacenar la sal de ajo en un lugar fresco y seco ayudará a mantener su frescura y sabor durante más tiempo.

Utilizar la sal de ajo para condimentar platos

Ahora que has preparado tu propia sal de ajo casera, puedes utilizarla para condimentar una amplia variedad de platos. Agrega una pizca de sal de ajo a tus carnes antes de asarlas, espolvorea sobre tus vegetales favoritos antes de hornearlos o mézclala con aceite de oliva para crear una deliciosa marinada. La sal de ajo también es perfecta para sazonar sopas, salsas y aderezos caseros.

Conclusión

Preparar sal de ajo casera es una excelente manera de agregar sabor y aroma a tus platos favoritos. Con solo unos pocos ingredientes y un poco de tiempo, puedes crear un condimento versátil y delicioso que elevará tus comidas al siguiente nivel. Sigue los pasos mencionados anteriormente y disfruta de la satisfacción de hacer tu propia sal de ajo casera para sazonar platos.

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