
La salsa bechamel es una de las salsas más versátiles y utilizadas en la cocina. Es una salsa blanca cremosa que se utiliza como base para muchas recetas, como las lasañas, gratinados, croquetas y muchas otras preparaciones. Aunque puede parecer complicada de hacer, en realidad es muy sencilla y solo requiere de unos pocos ingredientes básicos. En este artículo, te enseñaremos cómo preparar la salsa bechamel clásica paso a paso.
Ingredientes
– 50 gramos de mantequilla
– 50 gramos de harina
– 500 ml de leche
– Sal al gusto
– Una pizca de nuez moscada
Pasos
1. Fundir mantequilla en una sartén
En primer lugar, vamos a fundir la mantequilla en una sartén a fuego medio. Asegúrate de que la mantequilla se derrita por completo y no se queme.
2. Agregar harina y mezclar formando un roux
Una vez que la mantequilla esté derretida, agregamos la harina y la mezclamos bien con la mantequilla. Esto formará una pasta espesa llamada roux, que será la base de nuestra salsa bechamel.
3. Añadir leche poco a poco sin dejar de remover
A continuación, vamos a añadir la leche poco a poco a la sartén, sin dejar de remover constantemente. Esto es importante para evitar que se formen grumos en la salsa. Puedes utilizar un batidor de mano o una cuchara de madera para mezclar bien la leche con el roux.
4. Condimentar con sal y nuez moscada
Una vez que hayamos incorporado toda la leche, vamos a condimentar la salsa bechamel con sal al gusto y una pizca de nuez moscada. La sal resaltará el sabor de la salsa y la nuez moscada le dará un toque aromático y delicioso.
5. Cocinar a fuego lento hasta obtener la consistencia deseada
Ahora, vamos a cocinar la salsa a fuego lento, removiendo constantemente, hasta que obtengamos la consistencia deseada. La salsa bechamel debe ser cremosa y suave, pero no demasiado espesa. Si la salsa se espesa demasiado, puedes añadir un poco más de leche para ajustar la consistencia.
6. Pasar la salsa por un colador si hay grumos
Si al cocinar la salsa bechamel se forman grumos, puedes pasarla por un colador fino para eliminarlos y obtener una salsa más suave y homogénea. Esto es opcional, pero te ayudará a obtener una salsa sin grumos.
¡Y eso es todo! Ahora tienes una deliciosa salsa bechamel clásica lista para utilizar en tus recetas favoritas. Puedes utilizarla como base para gratinados, lasañas, croquetas o cualquier otra preparación que requiera una salsa blanca cremosa. ¡Disfruta de tu salsa bechamel casera!
Consejos
– Si quieres darle un toque extra de sabor a tu salsa bechamel, puedes añadir queso rallado al final de la cocción. Esto le dará un sabor más intenso y cremoso.
– Si prefieres una salsa bechamel más ligera, puedes utilizar leche desnatada en lugar de leche entera. El resultado será igual de delicioso.
– Si quieres hacer una salsa bechamel sin lactosa, puedes utilizar leche vegetal en lugar de leche de vaca. Puedes utilizar leche de almendras, de avena o de soja, según tus preferencias.
Conclusión
La salsa bechamel clásica es una receta básica que todos deberíamos saber preparar. Es una salsa versátil y deliciosa que puede utilizarse como base para muchas preparaciones. Con unos pocos ingredientes y siguiendo los pasos adecuados, puedes hacer una salsa bechamel casera en pocos minutos. ¡Anímate a probarla y disfruta de su sabor cremoso y delicioso en tus platos favoritos!