Cómo preparar zumo de tomate fresco y lleno de nutrientes

El zumo de tomate es una bebida refrescante y llena de nutrientes que se puede disfrutar en cualquier momento del día. Además de ser delicioso, el zumo de tomate es una excelente fuente de vitaminas A y C, así como de licopeno, un antioxidante que se ha relacionado con la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.

Si estás buscando una receta sencilla y saludable para preparar zumo de tomate fresco en casa, estás en el lugar correcto. En este artículo, te mostraremos paso a paso cómo hacerlo, resaltando los ingredientes clave y los consejos para obtener un zumo delicioso y lleno de nutrientes.

Lava y enfría los tomates

El primer paso para preparar un zumo de tomate fresco y lleno de nutrientes es lavar y enfriar los tomates. Esto ayudará a eliminar cualquier suciedad o residuo que puedan tener y también ayudará a mantener el zumo fresco durante más tiempo.

Para lavar los tomates, simplemente colócalos bajo agua corriente y frota suavemente la piel con las manos. Asegúrate de lavarlos uno por uno para asegurarte de que estén completamente limpios.

Una vez que los tomates estén limpios, colócalos en el refrigerador durante al menos una hora para que se enfríen. Esto ayudará a que el zumo sea más refrescante y agradable al paladar.

Pela los tomates

Una vez que los tomates estén fríos, es hora de pelarlos. La piel de los tomates puede ser un poco dura y fibrosa, por lo que es mejor quitarla antes de hacer el zumo.

Para pelar los tomates, puedes usar un cuchillo afilado para hacer una pequeña incisión en la parte inferior de cada tomate. Luego, sumerge los tomates en agua hirviendo durante unos segundos y luego en agua fría. Esto ayudará a aflojar la piel y facilitará su eliminación.

Una vez que los tomates estén enfriados, podrás pelarlos fácilmente. Simplemente tira suavemente de la piel desde la incisión que hiciste previamente y debería desprenderse sin problemas.

Tritura los tomates con albahaca fresca y perejil fresco

Una vez que los tomates estén pelados, es hora de triturarlos para obtener el zumo. Puedes hacerlo de varias formas, dependiendo de tus preferencias y de los utensilios de cocina que tengas a mano.

Si tienes una licuadora o una batidora de alta potencia, simplemente coloca los tomates pelados en el recipiente y tritúralos hasta obtener una consistencia suave y homogénea. Si prefieres un zumo con una textura más gruesa, puedes dejar algunos trozos de tomate sin triturar.

Si no tienes una licuadora o una batidora, puedes usar un procesador de alimentos o incluso un tenedor para triturar los tomates. Simplemente coloca los tomates en el recipiente y tritúralos hasta obtener la consistencia deseada.

Para darle un toque de sabor extra al zumo de tomate, puedes agregar albahaca fresca y perejil fresco durante el proceso de trituración. Estas hierbas aromáticas agregarán un sabor fresco y delicioso al zumo.

Añade agua si es necesario

Dependiendo de la consistencia que desees para tu zumo de tomate, es posible que necesites agregar un poco de agua. Si prefieres un zumo más espeso, puedes omitir este paso. Sin embargo, si prefieres un zumo más ligero y refrescante, puedes agregar agua poco a poco hasta obtener la consistencia deseada.

Recuerda que el agua no solo ayudará a diluir el zumo, sino que también ayudará a resaltar los sabores y a hacer que el zumo sea más fácil de beber.

Agrega sal y pimienta al gusto

Una vez que hayas obtenido la consistencia deseada para tu zumo de tomate, es hora de agregar sal y pimienta al gusto. Estos condimentos ayudarán a realzar los sabores naturales de los tomates y a darle un toque de sabor extra al zumo.

Recuerda agregar la sal y la pimienta poco a poco, probando el zumo después de cada adición para asegurarte de que esté bien sazonado. Si prefieres un zumo más suave, puedes agregar menos sal y pimienta. Si prefieres un zumo más picante, puedes agregar más pimienta.

Añade jugo de limón para darle sabor

Si quieres darle un toque de acidez y frescura a tu zumo de tomate, puedes agregar jugo de limón. El jugo de limón ayudará a resaltar los sabores naturales de los tomates y a darle un toque cítrico al zumo.

Puedes exprimir el jugo de medio limón y agregarlo al zumo de tomate, o ajustar la cantidad según tus preferencias personales. Recuerda que el jugo de limón puede ser bastante ácido, por lo que es mejor agregarlo poco a poco y probar el zumo después de cada adición.

Cuela el zumo si deseas una textura más suave

Si prefieres un zumo de tomate con una textura más suave y sin trozos, puedes colarlo antes de servirlo. Simplemente coloca un colador de malla fina sobre un recipiente y vierte el zumo de tomate a través del colador.

Presiona suavemente el zumo con una cuchara para ayudar a que pase a través del colador y deshazte de los trozos de tomate que queden en el colador. Esto te dará un zumo de tomate suave y sin grumos.

Una vez que hayas colado el zumo, puedes servirlo inmediatamente o refrigerarlo durante un par de horas para que esté bien frío antes de servirlo.

Conclusión

Preparar zumo de tomate fresco y lleno de nutrientes es más fácil de lo que parece. Con unos pocos pasos simples, puedes disfrutar de una bebida refrescante y saludable en cualquier momento del día.

Recuerda lavar y enfriar los tomates antes de pelarlos y triturarlos con albahaca fresca y perejil fresco. Añade agua si deseas una consistencia más ligera y agrega sal, pimienta y jugo de limón al gusto para darle sabor. Si prefieres un zumo más suave, puedes colarlo antes de servirlo.

¡Disfruta de tu zumo de tomate fresco y lleno de nutrientes y aprovecha todos los beneficios para la salud que ofrece!

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