
El ajo es un ingrediente muy utilizado en la cocina debido a su sabor y aroma característicos. Sin embargo, a veces puede resultar abrumador y persistente, dejando un sabor fuerte en los platos cocinados. Afortunadamente, existen varios métodos que puedes utilizar para eliminar o suavizar el sabor ajo de tus preparaciones culinarias. En este artículo, te presentaremos seis técnicas efectivas para lograrlo.
Hervir el ajo y hacer puré con él
Una forma de reducir el sabor ajo en tus platos es hervir los dientes de ajo antes de utilizarlos. Para hacerlo, simplemente coloca los dientes de ajo en una olla con agua y llévalos a ebullición. Deja que hiervan durante unos minutos hasta que estén tiernos. Luego, retira los dientes de ajo del agua y haz un puré con ellos utilizando un tenedor o un procesador de alimentos.
El proceso de hervir el ajo ayuda a suavizar su sabor y aroma, lo que resulta en un sabor menos intenso en tus platos. Además, al hacer un puré con el ajo, puedes distribuirlo de manera más uniforme en tus preparaciones, evitando que se concentre en un solo bocado.
Quitar el germen o semilla verde interna del ajo
Otra técnica para reducir el sabor ajo es quitar el germen o semilla verde interna que se encuentra en el centro del diente de ajo. Esta parte del ajo es la responsable de su sabor más fuerte y picante. Para quitarla, simplemente corta el diente de ajo por la mitad a lo largo y utiliza la punta de un cuchillo para extraer el germen.
Al eliminar el germen, estarás eliminando una gran parte del sabor fuerte del ajo, lo que resultará en un sabor más suave en tus platos. Esta técnica es especialmente útil si prefieres utilizar el ajo crudo en ensaladas o salsas, donde su sabor puede ser más pronunciado.
Usar el ajo entero en guisos en lugar de picarlo
Si prefieres utilizar el ajo en guisos o platos que requieren una cocción prolongada, una opción es utilizar el ajo entero en lugar de picarlo. Al cocinar el ajo entero, su sabor se suaviza y se mezcla de manera más equilibrada con los demás ingredientes.
Simplemente agrega los dientes de ajo enteros a tu guiso y déjalos cocinar a fuego lento. A medida que se cocinan, el sabor del ajo se integrará en el plato sin ser abrumador. Una vez que el guiso esté listo, puedes retirar los dientes de ajo enteros si no deseas comerlos.
Meter el ajo en el microondas durante un minuto con la opción de descongelar
Si necesitas utilizar ajo congelado y quieres reducir su sabor fuerte, puedes utilizar el microondas para descongelarlo. Coloca los dientes de ajo congelados en un recipiente apto para microondas y selecciona la opción de descongelar durante un minuto.
El calor del microondas ayudará a suavizar el sabor del ajo congelado, lo que resultará en un sabor más suave en tus platos. Una vez descongelado, puedes utilizar el ajo como lo harías normalmente en tus recetas.
Picar el ajo con un poco de sal para suavizar su sabor
Si prefieres utilizar ajo picado en tus preparaciones, una forma de suavizar su sabor es picarlo junto con un poco de sal. La sal ayuda a romper las células del ajo y a liberar su sabor de manera más suave.
Simplemente coloca los dientes de ajo pelados en una tabla de cortar y espolvorea un poco de sal sobre ellos. Luego, utiliza un cuchillo afilado para picar el ajo y la sal juntos hasta obtener el tamaño deseado. La sal ayudará a suavizar el sabor del ajo, evitando que sea demasiado fuerte en tus platos.
Remojar los dientes de ajo en agua fría durante toda la noche
Si tienes tiempo, una técnica efectiva para reducir el sabor ajo es remojar los dientes de ajo en agua fría durante toda la noche. Este proceso ayuda a eliminar parte de los compuestos volátiles responsables del sabor fuerte del ajo.
Simplemente coloca los dientes de ajo pelados en un recipiente con agua fría y déjalos reposar durante toda la noche. Al día siguiente, retira los dientes de ajo del agua y utilízalos en tus preparaciones. Notarás que su sabor será mucho más suave y menos persistente.
Conclusión
Eliminar o suavizar el sabor ajo de los platos cocinados puede ser fácil si utilizas las técnicas adecuadas. Ya sea hirviendo el ajo, quitando el germen, utilizando el ajo entero, descongelándolo en el microondas, picándolo con sal o remojándolo en agua fría, estas técnicas te ayudarán a lograr un sabor más suave y equilibrado en tus preparaciones culinarias.
Recuerda que el ajo es un ingrediente muy versátil y puede adaptarse a diferentes gustos y preferencias. Experimenta con estas técnicas y encuentra la que mejor se adapte a tus necesidades. ¡Disfruta de tus platos sin el sabor abrumador del ajo!





